Es imprescindible incorporar programas eficaces que eviten la pérdida de conocimientos que se produce cuando los empleados de forma involuntaria o voluntaria dejan la empresa.
Durante el año 2013 se jubilaron en España una gran cantidad de trabajadores, alcanzando una media superior a 10.000 personas cada mes. La mayoría de ellas contaban con una experiencia muy elevada en las actividades que realizaban. Estas bajas, como también las que se producen cuando los trabajadores optan por cambiar de empleo y marcharse a otras compañías, tienen consecuencias muy negativas en el funcionamiento de cualquier organización.
Si muchas empresas valorasen la reducción de productividad derivada del gap de conocimientos que se genera cuando los empleados dejan de manera obligatoria o voluntaria, su puesto de trabajo, se darían cuenta de la importancia de aplicar políticas corporativas para evitar que se produjera.