Presidente: Ángel de Mora-Losana Careno
Durante más de dieciocho años he llevado a cabo diferentes proyectos con más de medio centenar de empresas diferentes, tanto a nivel nacional como internacional y he analizado y evaluado la forma de trabajar en cada una de ellas.
Durante todo este tiempo he podido observar cómo influyen los recursos utilizados para poder conseguir los fines que cada organización pretende alcanzar. Los medios económicos que se disponen, la tecnología que se utiliza, el número, profesionalidad y experiencia de los equipos que realizan el trabajo son fundamentales para alcanzar las metas previstas. La tecnología ha evolucionado tanto, que es indiscutible no apreciar los adelantos conseguidos, especialmente en los últimos años.
Sin embargo existen dos asignaturas pendientes muy importantes en las que todavía las empresas no han dado los pasos necesarios. Una de ellas es el estímulo y la motivación de cada persona para desarrollar su trabajo y la otra es la forma en que se gestionan los conocimientos.
Hoy en día, si bien existen técnicas para incrementar la motivación en el trabajo, el ritmo con que este se realiza, el nivel cada vez mayor de exigencia, la fuerte competitividad existente y los cambios en el mercado y en la organización de las empresas, hacen necesario establecer más medidas que mejoren la situación actual. Medidas enfocadas en promover un trabajo mucho más colaborativo, en el que los propios trabajadores aprendan a analizar sus actividades, identificar los aspectos de mejora y proponer ideas propias. Donde los esfuerzos no vayan dirigidos a criticar el error sino a reconocer el valor de divulgarlos para evitar que otras personas puedan cometerlos. Donde se extrapolen las experiencias y buenas prácticas entre departamentos y áreas. Se requiere un mayor reconocimiento a las iniciativas a favor del interés colectivo y del esfuerzo común. Aplicar medidas que permitan a los empleados tener mayor adaptación al cambio y una visión más amplia de los procesos y funciones que desarrollan para entender de qué forma interactúan las tareas que realizan ellos con el resto.
Es necesario un cambio cultural donde cada empleado se sienta dentro de la organización donde trabaja y no como una parte de ella. Unir en función de estrategias comunes en lugar de la consecución de intereses particulares. Todo ello incidirá positivamente para lograr incrementar la motivación y el nivel de satisfacción.
Pero lo más importante, se requiere una trasformación donde la gestión del conocimiento adquiera un papel relevante, ya que en la actualidad sigue siendo otra asignatura pendiente fundamental.
Se habla de la gestión del talento y apenas se menciona la gestión del conocimiento, sin entender que una persona con talento pero sin conocimiento en poco tiempo apenas podría hacer algo. Sin embargo una persona con mucho conocimiento, aunque no tenga mucho talento, es capaz de realizar innumerables tareas bien con solo seguir las pautas marcadas por su conocimiento.
Es imprescindible dar un fuerte impulso a todas las actividades y acciones encaminadas a reforzar el papel de la gestión del conocimiento en las organizaciones y en general en la sociedad.
Muy pocas empresas en España tienen implantados procesos de gestión del conocimiento dentro de su operativa diaria. Pocas personas reciben formación sobre las técnicas existentes cuya aplicación posibilitaría incrementar su rendimiento y su capacidad para tomar mejores decisiones. Se necesitan dar todavía pasos importantes para estar convenientemente preparados en la nueva era del conocimiento que está llegando y que traerá consigo notables cambios.
De ahí la necesidad de constituir esta Fundación. Una Fundación que nace bajo el principio de difundir e impulsar todas las actividades relacionadas con la gestión del conocimiento para que este pueda ser aprovechado y utilizado en pro del bien común por el número máximo de personas. Una entidad que pondrá todos sus esfuerzos para que las técnicas y metodologías existentes en este campo se conozcan y sean accesibles, tanto para los niños o los jóvenes, como los adultos y las personas mayores. Que valorará a aquellas personas y organizaciones no por el conocimiento que adquieren sino por el conocimiento que comparten. Que medirá el nivel de madurez en la gestión del conocimiento existente no para comparar unas organizaciones con otras sino para preservar el conocimiento existente dentro de ellas, incrementarlo y evitar que el conocimiento importante se pierda. Que apoyará la innovación y la creación de ideas pero principalmente aquellas consideradas de valor que tengan un interés social y solidario.
Son muchas las acciones que nos proponemos realizar, en algunas quizás no podremos avanzar tan rápidamente como queramos pero todo dependerá de la mentalidad y el convencimiento de las personas que quieran apoyarnos y seguir los fines que perseguimos.
Aunque es una tarea difícil, es la que nos proponemos realizar. El motivo principal es que verdaderamente pensamos que es la forma más segura de avanzar hacia una sociedad más desarrollada, más estable, más sostenible y sobre todo más equilibrada y respetuosa con el entorno que la rodea y con las personas que conviven dentro de ella.