Las lecciones aprendidas. Están basadas en adquirir conocimiento a través de las experiencias anteriores, sean tanto positivas como negativas. A través del análisis y la reflexión en profundidad, se extraen conclusiones sobre acciones, iniciativas o medidas que han salido bien para poderlas aplicar a casos semejantes así como aprender de aquellas que no han tenido el efecto esperado para no volver a cometer los mismos errores. En estas técnicas, extrapolar las buenas prácticas atendiendo a las diferentes circunstancias, así como el aprendizaje a través del error y su difusión de forma instructiva, se consideran elementos claves para la mejora continua de cualquier actividad.